Luz Yeraldine es una mujer migrante de 37 años de profesión docente en educación media. En Venezuela, trabajó en atención al cliente de una compañía telefónica durante cinco años, pues luego de ejercer un tiempo su profesión, se vio obligada a buscar otro empleo. La razón: el pago mal remunerado de la docencia. Conoce esta historia de integración socioeconómica del programa #VenEsperanza con el apoyo de USAID-Bureau de Asistencia humanitaria.
Dilcia del Valle es una mujer migrante en sus treintas proveniente del Estado Lara, conocido como la capital musical de Venezuela. Es alegre, compañerista y a pesar de las dificultades, es una mujer que ve en todo lo que la rodea una oportunidad de aprendizaje. Conoce esta historia de programa #VenEsperanza con el apoyo de USAID-Bureau de Asistencia humanitaria.
El proyecto que apoya a la población migrante, refugiada y de acogida en el país, participa en jornadas de servicios y atención de distintos municipios, gracias al apoyo de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos y la organización humanitaria World Vision.
Contribuir a la permanencia escolar de los estudiantes que cuentan con pocos recursos económicos con la entrega de los elementos básicos de estudio, y motivar a las niñas y niños a que reconozcan los aspectos positivos de volver a la escuela sin preocuparse por los útiles escolares, son los objetivos del proyecto ‘La educación no puede esperar’.
La integración socioeconómica fomentada por el proyecto Esperanza Sin Fronteras, financiado por la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos, e implementado a nivel nacional por la organización humanitaria World Vision, ha apoyado a más de 127 participantes en los seis departamentos priorizados por el proyecto. Conoce la historia de Isabel, quien gracias a la integración económica, ha podido fortalecer su negocio en #Barrancabermeja
“El hecho de ser venezolano no significa que nosotros debamos estar en malas condiciones, que tengamos que conformarnos con poco, porque nosotros, también podemos aportar”. Dolceris, madre soltera y migrante. Conoce esta historia del proyecto Esperanza Sin Fronteras financiado por la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos, es implementado a nivel nacional por la organización humanitaria World Vision.
· Con una financiación total que supera los US$28 millones, ECW, el fondo mundial de las Naciones Unidas para la educación en emergencias y crisis prolongadas, espera extender el Programa Multianual de Resiliencia en Colombia.
· El Gobierno de Colombia amplía su respuesta educativa a la crisis regional venezolana. La misión de alto nivel de ECW destaca la necesidad de ampliar la respuesta educativa a la crisis de personas refugiadas y desplazadas más grande del mundo. Se requiere apoyo financiero urgente para llenar el déficit de financiación de 46,4 millones de dólares estadounidenses para la respuesta de resiliencia.
· A través del proyecto ‘A tu lado’, 672 niñas y niños en Arauca y el Catatumbo, Norte de Santander, han participado de Espacios Amigables para la Niñez donde aprenden a identificar los mecanismos de cuidado, atención y derechos en sus comunidades.
· Este proyecto es implementado gracias al apoyo de La Oficina de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas, World Vision, HIAS y Profamilia en la región oriente del país.
Eilyn* invita a las personas de su comunidad a que hagan parte del proyecto A tu lado, priorizando a niñas, niños, adolescentes y madres migrantes que presentan dificultades en cuanto a la salud mental y el derecho al juego y la recreación de la niñez.
*Se cambia el nombre para proteger su identidad
Con el objetivo de sensibilizar a las niñas, niños y cuidadores sobre la importancia de tratar al otro como sujeto de derechos, el proyecto nacional liderado por la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos y World Vision, extiende sus fronteras llegando a nuevos municipios del departamento de Boyacá.
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