WORLD VISION ADVIERTE QUE LA COVID-19 PODRÍA REVERTIR 30 AÑOS DE PROGRESO EN LA REDUCCIÓN DE LA POBREZA.
- El enfoque prioritario de la organización será responder a la emergencia por COVID-19 en todos los países donde trabaja.
- La respuesta de US$350 millones apoyará a 72 millones de personas -la mitad de ellas son niños y niñas- para enfrentar los impactos secundarios del virus.
- Hace un llamado a los líderes mundiales para unirse y priorizar a la población más vulnerable, especialmente a los niños, con el fin de evitar el retroceso en la reducción de la pobreza.
World Vision advirtió que los progresos alcanzados en reducción de la pobreza durante los últimos 30 años se revertirán, a menos que la comunidad internacional responda de inmediato y priorice a los más vulnerables en la lucha contra la COVID-19. Las tasas de mortalidad infantil, que se han reducido a más de la mitad desde 1990, ahora podrían comenzar a aumentar nuevamente, por lo que los niños y las niñas serán los más afectados por los efectos secundarios de la pandemia.
La agencia internacional hace esta advertencia, al lanzar la mayor respuesta humanitaria en sus 70 años de historia para frenar el impacto de la COVID-19, misma que beneficiará a 72 millones de personas, de la cual la mitad de son niños. En América Latina, la respuesta alcanzará a 5 millones de niños y niñas en situación de vulnerabilidad.
La organización global y humanitaria, enfocada en la niñez, está lanzando una respuesta de US$350 millones enfocada en apoyar a las personas y comunidades más vulnerables del mundo. El ambicioso plan se ejecutará en más de 70 países donde se movilizarán 37 mil empleados, 400 mil líderes religiosos y 220 mil trabajadores de salud comunitarios para apoyar iniciativas de prevención y respuesta. En América Latina, World Vision opera en 15 países y alcanza a más de 400 comunidades.
La organización no gubernamental advierte que muchos países de bajos ingresos ahora están entrando en la siguiente fase de esta pandemia, una fase extremadamente peligrosa para los más pobres del mundo, que luchan contra el encierro y se ven obligados a elegir entre exponerse al virus o morir de hambre.
La enfermedad ya impactó a los países más ricos, y ahora la niñez más vulnerable está siendo afectada, con muy pocos recursos para protegerla. En esta próxima fase, la COVID-19 podría propagarse rápidamente en las regiones más pobres, frágiles y peligrosas del planeta; lugares donde los servicios de salud especializados son casi inexistentes y donde el distanciamiento social es muy complicado de realizar para las personas que viven día a día en campamentos de refugiados, barrios marginados y asentamientos irregulares.
World Vision hace un llamado a los líderes mundiales que ahora se están enfocando en responder al impacto que la COVID-19 ha tenido en la economía, de tal forma que den la misma prioridad para frenar el impacto a largo plazo que tendrá la COVID-19 en las personas más vulnerables del mundo.