“En la lectura, está la esperanza para mi comunidad”
A través de talleres de lectura y escritura, poblaciones más vulnerables de Soledad, en el Atlántico, fortalecen sus habilidades comunicativas y de lenguaje. Una iniciativa de World Vision para que practiquen un buen hábito en medio de la violencia y los contextos difíciles en que viven.
Aventuras, personajes entretenidos y nuevas historias permiten que los niños y niñas hallen en la lectura un espacio de diversión y aprendizaje; así como también los motiva a seguir descubriendo el mundo que se oculta tras las páginas de los libros. World Vision, ONG con más de 40 años de presencia en Colombia, promueve talleres de lectura, en las comunidades más vulnerables del Atlántico, para incentivar este hábito en la niñez y adolescencia buscando que adquieran nuevas herramientas que aporten al fortalecimiento de sus habilidades comunicativas, y a la construcción de sus proyectos de vida.
A través de actividades con los libros, videos, cuento terapias; los participantes han desarrollado su capacidad de imaginar, crear historias, asimilar nuevos conceptos de acuerdo a lo que observan e interpretan; y lo que llama más la atención, han compartido con sus padres de familia, fortaleciendo los vínculos afectivos, y han aprovechado el tiempo libre de una manera sana.
Según el “Estudio Internacional de Progreso de Comprensión Lectora”, los estudiantes que leen son exitosos académicamente y tienen beneficios no sólo en el desarrollo de sus competencias comunicativas, sino que además tienen una mejor disciplina, concentración y relacionamiento con el entorno. El reto ahora es lograr que más niños y niñas adquieran estas habilidades ya que según la última encuesta sobre consumo de lectura, publicada por el Dane, en promedio leen sólo 3,2 libros al año.
Es por eso que organizaciones como World Vision promueven este tipo de iniciativas con el propósito de que más niños y niñas encuentren en los cuentos, las fábulas y las novelas, más oportunidades para que enfoquen positivamente su tiempo; así como sus planes a mediano y largo plazo. “En la lectura, está la esperanza para mi comunidad”, asegura Yesenia, una de las niñas que participa en las jornadas.