EL IMPACTO DE LA MIGRACIÓN: ESPERANZA Y DETERMINACIÓN PARA SOBREVIVIR A LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Karen*, de 32 años y madre de 4 adolescentes, es hija, hermana, compañera, vecina y una mujer migrante que llegó hace 5 años a Arauca en compañía de sus 3 hijos varones de 11, 9 y 7 años y su hija de 12 años. En ese momento, tomó la decisión de salir del estado Guárico (Venezuela) hasta Arauca, debido a las dificultades económicas y sociales, pero sobre todo, quería salir huyendo de la violencia de género ejercida por parte de su expareja y padre de sus hijos, siempre en la búsqueda de oportunidades y una mejor calidad de vida. Conoce su historia.
Karen* siempre había trabajado en Venezuela como ama de casa y había aprendido el arte de la pastelería y repostería. En su tiempo libre, le gustaba hacer tortas de cumpleaños por encargos. Un día, Karen* se hizo amiga de una señora que trabajaba en una panadería y le dió la oportunidad de trabajar como asistente. Ella tenía claro que quería continuar con su emprendimiento y seguir su propio camino; pero sobre todo quería mejorar las condiciones en las que vivía con sus hijos.
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Un día, sus 2 hijos mayores le informaron que querían quedarse con su padre, porque este les ofrecía mejores condiciones. Para Karen esta noticia fue devastadora, sin embargo, al final esto no ocurrió y sus tres hijos varones actualmente se encuentran con ella.
Desde hace dos meses Karen* asistió al llamado de su comunidad para participar en una jornada de servicios en salud sexual y reproductiva, salud mental, acompañamiento psicosocial y protección que se llevó a cabo desde el proyecto “A tu lado” con el apoyo de la Unión Europea, World Vision, HIAS y Profamilia en la comunidad Villa Isabela. Ella logró acceder al servicio de salud mental y desde entonces, participa en sesiones individuales con el acompañamiento de una psicóloga de HIAS.
*Los nombres fueron cambiados para protección de la protagonista