CUANDO LA EDUCACIÓN SE VUELVE UN RETO
#PorLosNiños
Tras la masiva afluencia de migrantes en Colombia, 165.475 niñas, niños, jóvenes y adultos han llegado a la región de La Guajira, lo que ha implicado que las capacidades de atención se vean desbordadas en todo aspecto, especialmente en la educación y bienestar de cientos de niñas, niños y jóvenes.
Entre ellos se encuentra Kellys y su hija Dariángel, quienes dejaron atrás su hogar en Venezuela para instalarse en la zona rural del municipio de Riohacha, viéndose expuestas día a día a diferentes limitaciones económicas, de alimentación, salud, educación y acceso a servicios básicos. Una situación de alta vulnerabilidad que se ha visto agravada por la actual emergencia por COVID-19 y las restricciones de movilidad producto de las medias de aislamiento obligatorio.
Para esta madre, antes de la emergencia sanitaria, el recorrer varios kilómetros con su hija para poder llegar a la institución educativa más cercana se había convertido en una tarea imposible, lo que implicaba en que el derecho a la educación de Dariángel se viera en riesgo.
Una situación que fue identificada por el equipo de World Vision Colombia, en la región Caribe, logrando brindar acompañamiento y guía de parte de la Profesora Diliana Robles, quien sin importar el esfuerzo y la distancia, día a día recorría los caminos rurales recogiendo a todas las niñas, niños y jóvenes de la zona para vincularlos al proyecto “Acceso a Educación de Calidad”, desarrollado por la ONG junto con la organización ECW e importantes aliado de la sociedad civil.
Labor que implica visitas casa a casa, en donde la profesora Robles logra identificar a las niñas, niños y jóvenes que no están estudiando, acercarse a sus familias, socializar el proyecto y sensibilizarlos sobre la importancia de dar continuidad a los procesos escolares como garantía del derecho a la educación.
Sin embargo, tras la declaratoria de la pandemia por COVID-19 y el cierre temporal de las instituciones educativas dentro de las medidas de contención del contagio, 320 niñas, niños y jóvenes se han visto expuestos nuevamente a no tener acceso a una educación de calidad.
Una población que se suma a las cientos de personas, miembros de las comunidades más vulnerables del departamento, entre familias migrantes, población indígena, afrocolombiana y comunidades de acogida, expuestos a mayores riesgos al ver limitado su acceso a recursos económicos para la compra de alimentos, productos de aseo e higiene personal, elementos de protección contra el virus (tapabocas, guantes, antibacterial), e incluso inmersos en dos emergencias simultaneas: la crisis migratoria y la pandemia sanitaria.
Por lo mismo, dentro de la ejecución del plan de respuesta a la emergencia, World Vision ha adelantado, desde el mes de marzo, jornadas de atención y entrega de 525 paquetes de alimentos, 320 kits de higiene y kits de material pedagógico para ser desarrollado en casa y dar continuidad a los procesos escolares.
Una serie de acciones que, complementadas con la continuidad de los proyectos de atención desarrollados en la región, le permitirán a Dariángel y a su mamá, como a cientos de niñas, niños, jóvenes y sus familias, superar esta situación y transformar su vida, apoyándolos en su bienestar y protección integral.